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Urbanismo salva del derribo tres edificios de Alicante tras negociar con los dueños

Las conversaciones entre responsables del área municipal y propietarios permiten mantener en pie inmuebles históricos sin amparo legal o que pidieron la licencia antes de aprobarse el Catálogo en 2020 - La Concejalía trata de convencer a más dueños

En el número 7 de la calle Gutiérrez Petén se prevé levantar apartamentos turísticos. | HÉCTOR FUENTES

Negociaciones que salvan de la excavadora edificios históricos del centro de la ciudad de Alicante. Conversaciones entre responsables de la Concejalía de Urbanismo, dirigida por Adrián Santos Pérez (Ciudadanos), y propietarios de inmuebles que acaban con acuerdos que permiten mantener en pie edificios que bien no están incluidos en el Catálogo de Protecciones -por lo que no tienen amparo legal- o sí forman parte del documento urbanístico pero la licencia de derribo se solicitó antes de la aprobación en pleno, que tuvo lugar a principios del mes de septiembre. «Se les intenta convencer de que son propietarios de un edificio maravilloso, que merece la pena que se mantenga en pie. Les decimos que los técnicos les van a ayudar, que hay posibilidades de conservarlo, que si no tiran el edificio va a adquirir más valor», explica el edil Pérez, quien ha sido partícipe de conversaciones entre la concejalía que dirige y propietarios de edificios con años de vida.

Entre esos edificios que se han salvado del derribo se encuentran tres que, todo apunta, se convertirán en infraestructuras turísticas. Uno se encuentra cerca del Ayuntamiento, en la esquina entre la calle Altamira y Alberola Romero. Ese edificio se convertirá en un hotel, pero sin olvidar su historia. «Presentaron en un principio un proyecto conservando el inmueble y, tiempo después, otro de demolición. Entonces, abrimos conversaciones con los dueños para consensuar con ellos regresar al proyecto inicial. Es un edificio que no está protegido, pero que se va a mantener en pie», explica el edil de Urbanismo, quien subraya que esa decisión ampliará el valor de las plantas bajas, las a priori menos atractivas en un proyecto hotelero. «Son edificios con techos altos y las primeras plantas van a tener un valor especial», afirma el concejal.

Edificio en la esquina entre Altamira y Alberola Romero, que será un hotel. A la derecha, inmueble en el número 40 de la avenida Salamanca, sobre el que se proyecta otro hotel . | HÉCTOR FUENTES

También se convertirá en un hotel el edificio situado en el número 40 de la avenida Salamanca, justo en la esquina con Benito Pérez Galdós. «Este inmueble tenía concedida la licencia de demolición porque no se había aprobado el Catálogo de Protecciones. Al final hemos conseguido que salven el edificio», apunta el edil, quien recuerda que el documento urbanístico que está a la espera de la resolución de la Conselleria de Política Territorial y Obras Públicas para su aprobación definitiva permite, en general, ganar alturas a los inmuebles con protección parcial, lo que es un aliciente.

También tendrá un futuro turístico, pero como edificio de apartamentos, el inmueble situado en la calle Gutiérrez Petén, una perpendicular de Alfonso el Sabio. «Tras mantener conversaciones con ellos, conseguimos que presentaran una modificación de licencia conservando la fachada, que tiene una cerrajería en los balcones muy interesante», prosigue el concejal, quien se congratula de que el trabajo de su área municipal esté salvando edificios que podían haber sido derribados por sus propietarios. «Nos hemos sentado varias veces con ellos y al final hemos conseguido convencerles de que el proyecto gana si mantienen el inmueble en pie», añade el concejal, quien admite que mantienen conversaciones abiertas con los propietarios de al menos dos edificios más situados de Alicante. «Ya tienen concedida la licencia de demolición, vamos a ver si les convencemos», subraya el concejal de Cs.

El problema con la desprotección de edificios históricos supuestamente catalogados surge tras el intento infructuoso del tripartito de izquierdas de aprobar el Catálogo de Protecciones a mediados de 2017, lo que acabó dejando sin amparo a decenas de inmuebles con historia. En ese periodo, hasta la aprobación en septiembre de 2020, no fueron pocas las empresas que pidieron licencia de derribo. La primera que se consumó fue en un edificio en Benito Pérez Galdós, donde ya está construida una nueva promoción de viviendas. También se tiraron abajo edificios en la avenida de la Estación, donde sin embargo aún sigue el solar esperando el inicio de las obras.

Urbanismo salva del derribo tres edificios sin protección tras negociar con los dueños

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